La Ley de Garantías y Protección de la Niñez y Adolescencia es una deuda que el Estado de Chile arrastra desde 1990. El primer proyecto se presentó hace 20 años. Han pasado 31 sin ella, sin embargo, estamos ad portas de poner fin a la espera y el proyecto presentado a tramitación en el año 2015, se transformará en ley en este periodo legislativo.
Sin lugar a dudas, es una buena noticia para los niños, niñas y adolescentes que habitan en nuestro país contar con un marco normativo que los reconozca –por fin- como personas titulares de todos los derechos. El camino para lograrlo no ha estado exento de problemas, entre ellos, la sentencia del Tribunal Constitucional de junio de 2021 que, entre otras cosas, declaró inconstitucional el derecho de los niños y niñas a acceder a educación sexual laica y no sexista. No obstante, tenemos motivos para celebrar. Este proyecto de ley, pese a sus déficits, fue mejorado en el proceso legislativo, gracias al trabajo persistente de las organizaciones de la sociedad civil que durante seis años acompañaron su tramitación junto a los equipos parlamentarios.
Este es el primer ladrillo, que costó 31 años instalar, para la construcción de una sociedad más justa y fraterna con la niñez y la adolescencia. Esperamos que la Convención Constituyente también sea parte de esta gran obra que llevamos décadas empujando: un país que tenga un lugar para niños y niñas en la mesa principal de la democracia.
Camila de la Maza, Abogada Área de Derechos de la Niñez y Redes de Corporación Opción