Nunca más sin ellas

El fenómeno de la llamada delincuencia juvenil, o más bien los delitos cometidos por menores de edad, pese a lo que podría imaginarse, muestra un franco descenso en los últimos 10 años. Cifras del Ministerio Público, de la Defensoría y de Sename, muestran que la participación de adolescentes, entre 14 y 17 años en la comisión de delitos, ha disminuido en al menos un tercio.

Este notorio descenso aún requiere de mayor estudio para ser explicado en su globalidad, sin embargo, si se desagregan los datos por sexo, vemos que la disminución está determinada en buena parte por una disminución de los adolescentes varones en los delitos, pues las adolescentes mujeres, si bien descienden su participación, ésta es menor, lo que hace que proporcionalmente, hoy haya más niñas cometiendo delitos que hace 10 años.

Esta consideración debe ser advertida por futuras investigaciones en la temática, pues publicaciones efectuadas por investigadoras mujeres, señalan que el campo temático de la denominada delincuencia juvenil, posee una especie de invisibilización de la situación de las adolescentes mujeres que, para otras autoras, es señalado como una ceguera del género. Afirman que buena parte de los estudios, debido a que las adolescentes mujeres son pocas dentro del total de adolescentes que cometen delitos, no consideran sus necesidades y especiales particularidades, generando un campo de conocimiento con un enfoque androcéntrico, en que basándose en características de los adolescentes varones, se establecen conclusiones que se extienden a las adolescentes mujeres.

Los instrumentos internacionales de derechos humanos reconocen la obligación especial de parte de los Estados de proteger a las mujeres de las desigualdades de género, en especial de la violencia de género, que afectan su pleno desarrollo. Incorporar esta perspectiva el campo de estudio de la infancia y adolescencia, no sólo resulta fundamental para proponer un mejor conocimiento de las particularidades de cualquier fenómeno que afecta a la población infanto-juvenil femenina, sino que con su incorporación podrá estar contribuyendo de mejor forma a una efectiva realización de los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres.

Miguel Luarte, Coordinador Técnico de Proyectos Corporación Opción