¿La estabilidad emocional y los niños primero?

Las condiciones en que toca cumplir con las medidas aislamiento y cuarentena pueden impactar de manera más profunda a determinados grupos de especial vulnerabilidad, como son los niños, niñas y adolescentes.

Es importante destacar que, incluso en este contexto de crisis, el Estado debe cumplir sus obligaciones internacionales y asegurar los derechos a la educación, a la salud y la vivienda adecuada, así como también el derecho a la recreación y al esparcimiento de niños y niñas.

Tal como lo ha indicado el Comité de Derechos del Niño, las medidas sanitarias decretadas por la autoridad ante la pandemia deben cumplir con criterios de proporcionalidad de acuerdo a lo que se pretende proteger y por el menor tiempo posible, sin dejar de tener en consideración las necesidades particulares de la población infanto juvenil.

Poner a la niñez y a la adolescencia al centro de la preocupación estatal implica también tomar medidas para mitigar los impactos del confinamiento en la integridad física y emocional de niños y niñas. Por ello resulta preocupante, por ejemplo, que no existan salvoconductos para que niños y niñas puedan salir de sus hogares por un tiempo breve una vez al día.

Es de esperar que las autoridades, así como incorporaron un permiso especial para que se realicen los regímenes comunicacionales de niños/as con sus padres o madres con los que no viven, también consideren uno para que ellos/as puedan salir y así ejercer derechos indispensables para su estabilidad física y emocional, lo que favorecería su interés superior y no al revés.

*Milagros Nehgme, Directora Ejecutiva de Corporación Opción