La discriminación

Hace unos días un niño de 12 años fue brutalmente atacado por un adolescente. El agresor, sin respetar la identidad de género, insistió en referirse al niño como mujer, abusándolo sexualmente para luego violarlo. Una vez que el niño dio cuenta de lo sucedido, el victimario procedió a amenazarlo de muerte en diversos episodios. Frente a esta situación el MOVILH apoyó inmediatamente a la víctima y se encuentra asesorándolo y acompañándolo.

A su vez, el sábado 25 de junio pasado se congregaron miles de personas en las calles de Santiago para marchar por el orgullo. Si bien hay avances legislativos como la aprobación del matrimonio igualitario, la marcha de este 2022 también incluyó una manifestación contra la discriminación en la distinción legislativa sobre la edad de consentimiento sexual. La discriminación en la comunidad LGBTQA+ sigue existiendo, más allá de notables avances legislativos y culturales que merecen reconocimiento, lo que nos obliga a seguir pensando desde todos los sectores de nuestro país como seguir avanzando.

En la querella presentada por MOVILH representando a la víctima de 12 años se incluye la agravante de la denominada Ley Zamudio, dado que el no respeto a la identidad de género se incluye en las categorías descritas por la normativa como sospechosas de discriminación.

La muerte de Daniel Zamudio ocurrió hace poco más de 10 años y pese al significado de que lo que él vivió permita apoyar casos de discriminación de niños y jóvenes, la gravedad de la deuda como sociedad tenemos con niños, niñas y adolescentes de la comunidad LGBTQA+ se torna urgente. Es de esperar que esa urgencia se traspase a proyectos legislativos como la Ley “José Matías” que, en reconocimiento del joven trans que se suicidó producto de hostigamiento y bullying, busca reformas normativas sobre convivencia escolar considerando respeto a identidad sexual y de género.

El respeto de nuestra niñez LGBTQA+ es algo que debe promoverse desde toda estructura social, incluyendo familias y comunidades escolares, con el respaldo institucional que dé urgencia y ponga en el centro de las conversaciones la necesidad de terminar con la violencia hacia la diversidad, apoyando una educación sexual integral que visibilice que el amor no conoce de discriminación y que es por la vía de una sociedad más amorosa e inclusiva que podemos combatir el abuso.

Gabriela Hilliger, Abogada Corporación Opción