Brechas de género: un obstáculo para el desarrollo integral de las niñas

En plena crisis de los cuidados (CEPAL, 2020), la materialización del ejercicio de los derechos sociales y políticos de las mujeres se concreta con su independencia económica a través del empleo remunerado.

En esta transición del paso de las mujeres al mundo público, la distribución equitativa de los trabajos en el hogar aún no se ve reflejada, asumiendo las figuras femeninas la mayor parte de estos. De acuerdo a los señalado por el MINTRAB (2020) “las niñas y adolescentes mujeres son quienes en mayor proporción dedican 21 horas o más a la semana a desarrollar estas tareas (19% entre 5 y 17 años; y un 33% entre 15 y 17 años)”.

Por lo tanto, bajo algunas condiciones, como el tiempo destinado y la edad, estas labores pueden convertirse en una forma de trabajo infantil invisibilizado, producto de las relaciones asimétricas de género en el hogar. Lo anterior, afecta las posibilidades del desarrollo integral de niños y niñas.

Ejemplo de ello, en contexto post pandémico, fueron los resultados del SIMCE (2022), los que, específicamente en Matemática 4° básico, dieron cuenta que las niñas disminuyeron 13 puntos respecto a la última medición (245), versus la baja de 7 puntos en el caso de los niños (255). Mientras, para II medio, las niñas disminuyeron 14 puntos (248), versus los niños, que lo hicieron en 11 (255).

Esta grave brecha nos convoca a revisar su origen desde una perspectiva de género, vinculadas, entre otras, a las responsabilidades asumidas por las niñas al interior del hogar, haciéndolas visibles y modificándolas, con el fin de ofrecer alternativas que favorezcan el despliegue de todas sus potencialidades, de manera que el cuidado en dicho espacio, sea una tarea colaborativa donde tanto hombres como mujeres realicen una equitativa contribución.

Cynthia González Hernández, Coordinadora de la Unidad de Participación de Corporación Opción.