Fundadora de Opción y exmiembro de la Agrupación Infantil representaron a Chile en Diálogo internacional “¡Juntos las victorias crecen!”

La Campaña 100 Millones x 100 Millones, que tiene a Corporación Opción como punto focal en Chile, organizó ayer el Diálogo virtual “¡Juntos las victorias crecen!”, que reunió a líderes juveniles y tomadores/as de decisiones de Chile, Brasil, Colombia y Perú. El evento, que tuvo como moderadora a María Olave, Oficial de Programas de la OIT, se centró en las temáticas que están al centro de la cruzada iniciada por Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz 2014, que son la erradicación del trabajo infantil y de la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes, y la promoción de una educación inclusiva y de calidad.

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En su intervención, Javiera Almonacid, representante de 100 Millones x 100 Millones en Chile y exmiembro de la Agrupación Infantil y Juvenil de Opción, indicó: “En Chile, alrededor de un 6% de los niños, niñas y adolescentes están trabajando, y la concentración en el trabajo informal es mucho más alta. El problema es que aún hay desconocimiento de que existe el trabajo infantil en el país, y de que muchos y muchas están en labores peligrosas. También hay gente que dice que las tareas domésticas no son un trabajo, pero hay niños, niñas y adolescentes, y especialmente niñas, que se están haciendo cargo de sus casas”.

También representó a nuestro país Consuelo Contreras, Fundadora de Corporación Opción y Coordinadora del Comité de Planeación Nacional de 100 Millones x 100 Millones, quien hizo un diagnóstico de los problemas originados por la pandemia a nivel regional: “En este contexto han quedado al descubierto las profundas desigualdades y la falta de integración que existe en nuestro continente, y que había estado velada, de alguna manera, con pantallas como el consumo y el endeudamiento. Quedaron al descubierto la violencia, la pobreza, la crisis en la educación y la brecha digital, que es brutal. Un grupo de niños entró a la modernidad con un sistema de educación digital, y otro grupo quedó fuera del sistema escolar porque no tiene acceso ni a internet ni a aparatos tecnológicos, y muchos de ellos probablemente no vuelvan a la escuela”.

Luego, ambas coincidieron en que el principal espacio de acción para los y las jóvenes en Chile, en los meses que vienen, está en plebiscito sobre la posible nueva Constitución que se llevará a cabo el próximo 25 de octubre. “Los y las jóvenes tienen que indignarse con lo que ocurre y canalizar esa rabia en una energía transformadora. Queremos que la nueva Constitución sea escrita por manos juveniles, con un ímpetu de cambio social”, señaló la Fundadora de Opción. Javiera Almonacid, en tanto, comentó: “Estamos ad portas de un cambio social gigante en Chile, y los y las jóvenes tenemos que empoderarnos para hacer este cambio. Estamos en un momento preciso, donde podemos votar en el plebiscito y luego exigir que los niños, niñas y jóvenes sean punto el focal de los derechos que se garanticen”.

A continuación, entérate lo más relevante que dijeron los y las representantes de Brasil, Colombia y Perú:

Milena Leitao, líder de la juvenil en Brasil: “Buena parte de la población juvenil está sufriendo por su seguridad y no tiene acceso a una educación de calidad. Se hace cada vez más necesaria la colaboración del Estado para disminuir la violencia, proponiendo planes para niños y adolescentes.  Los y las jóvenes líderes deben crear una sinergia y esforzarse para movilizar a otros jóvenes dispuestos a luchar para que la situación cambie”.

Tânia Dornellas, Asesora de la Secretaría Ejecutiva del Foro Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil en Brasil: “En Brasil, desgraciadamente, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes no están en la agenda política. La pandemia tiene un impacto negativo en las personas en temas como salud, educación, trabajo, ingresos, género, seguridad alimentaria y medioambiente, lo que impactará en la vida de los jóvenes y en la acción colectiva (…) Tenemos que buscar una educación transformadora, que garantice la formación de subjetividades e identidades de los jóvenes, y en esto ellos y ellas tienen un rol estratégico, que es combatir la privatización de la educación en Brasil y América Latina”.

Lina Nataly Alvarado, líder juvenil en Colombia: “La política nacional de la infancia y adolescencia es la más importante para garantizar una verdadera erradicación del trabajo infantil. Este proceso requerirá mucho tiempo, y como jóvenes debemos incidir, tanto restituyendo los derechos a los niños, niñas y adolescentes  que han sido trabajadores, como trabajando con los sistemas educativos para que exista una prevención hacia esta problemática”.

Miriam Inés Gómez, Coordinadora Marcha Global contra el Trabajo Infantil en Colombia y Directora de la Fundación Mundo Mejor: “Necesitamos que se visibilice a la juventud como actor importante en decisiones de cada país. Que se les permita asumir rol social con autonomía (…) Para impactar la crisis sanitaria debemos apoyar la juventud, animarla para que siga trabajando en colectivos nacionales, regionales y locales”.

Mauricio Rubiano, Director General de Principios y derechos fundamentales del Ministerio del Trabajo en Colombia: “Hay que trabajar estratégicamente en la tarea primordial que es la prevención y protección del trabajo infantil y juvenil, y la erradicación de esta práctica, con un principio de desarrollo, de la familia. La reducción de las tasas de trabajo infantil debe ser una tarea primordial. Las variables del trabajo en el hogar también hay que analizarlas con interés”.  

Andrea Valle, líder juvenil en Perú: “En mi país, en 2019, se identificó un 5.9% de deserción escolar, lo que podría aumentar con la crisis económica que ha generado la pandemia.  Esta es una problemática con un riesgo muy alto, ya que, para evitar pasar hambre o la restricción de servicio básico, los niños, niñas o adolescentes pueden verse obligados a trabajar y así colaborar con la economía familiar. La deserción escolar debe ser considerada en la agenda pública como una amenaza post pandemia, que va de la mano con la creación de un Estado de bienestar que proteja de manera integral a las familias más vulnerables”.

Isaac Ruiz, Coordinador de la Marcha Global Contra el Trabajo Infantil en Perú y Directivo del Centro de Estudios Sociales y Publicaciones (CESIP): “Si no se toman las medidas adecuadas, el trabajo infantil crecería entre 1% y 3% en Perú. A nivel regional corremos el riesgo de poder alcanzar la meta 8.7 de los ODS, que es la erradicación de toda forma de trabajo infantil hacia 2025. Para evitar esto, necesitamos dar prioridad de la niñez con medidas como la asignación de recursos para esta, manteniendo una bonificación para familias vulnerables”.