- La actividad se desarrolló este miércoles 13 de octubre y contó con la participación de un panel de expertos que permitió compartir puntos de vistas, desde la mirada de la afectación emocional, el desafío del nuevo marco jurídico y el modelo de coordinación parental.
“Conflictiva Parental y Vulneraciones de Derechos: una mirada desde la experiencia de programas PPF», se tituló el seminario online liderado por la línea de Programas de Prevención Focalizada (PPF) de Corporación Opción, que se desarrolló este miércoles 13 de octubre, a través de la plataforma ZOOM.
La instancia -que estuvo moderada por Nadia Bustos, Coordinadora de Proyectos de Opción- tuvo el objetivo de generar un espacio de reflexión teórico-metodológico a partir de una caracterización de la población atendida en los programas.
“Gracias a la experiencia en terreno, hemos ido teniendo la convicción que los problemas de los niños y niñas hoy están relacionados con la violencia, mucho más que con la pobreza. Por lo tanto, es fundamental contar con metodologías apropiadas para enfrentar y resolver esas situaciones de vulneración”, recalcó Consuelo Contreras, Fundadora y Directora Ejecutiva de Corporación Opción, en sus palabras de bienvenida.
El seminario inició con la presentación global de resultados del estudio de caracterización de las familias atendidas por programas PPF, desde una mirada jurídica, de intervención familiar y forense, que estuvo a cargo de la Psicóloga y Coordinadora de Proyectos de Corporación Opción, Aída Leiva, quien concluyó que “los datos arrojaron una dimensión importante a tener en consideración, que tiene que ver con el necesario abordaje especializado en temáticas vinculares y, especialmente, en materias de conflictiva parental. Sabemos que las variables de riesgo tienen un carácter dinámico, son progresivas y acumulativas, esto permite identificar de qué manera se dificulta, en mayor o menor medida, el agenciamiento de los recursos parentales para el cuidado de los niños y niñas. Además, nos invita a reflexionar la manera de jerarquizar y gestionar estas distintas realidades en los planes de intervención en los equipos”.
Desde una perspectiva fenomenológica y clínica en relación a la afectación emocional derivada de la conflictiva parental de niños, niñas y adolescentes, Loreto Céspedes, Psicóloga y Presidenta del directorio del Instituto Chileno de Terapia Familiar, señaló que “hoy, debemos pensar en la familia como una matriz intersubjetiva en la que se construyen los sujetos. Debemos pensar en las familias como sistemas de cuidado de afectos y de apegos y poner el énfasis en mirar a los adultos -que traen a estos niños o niñas- desde la mirada de estos niños y niñas. La invitación es a pensar las familias como contextos y procesos, porque dependen de los ciclos vitales, porque las personas vamos cambiando, y porque cada momento evolutivo de los padres, madres o cuidadores va a construir el contexto y desarrollo de los niños o niñas”.
En torno al marco jurídico de la nueva institucionalidad, lanzada este 1 de octubre bajo el nombre de Servicio de Protección Especializada niñez y la adolescencia (Mejor Niñez), Jorge Sepúlveda. Abogado y autor del libro “Acción Declarativa de Cuidado Personal”, detalló dentro de los desafíos de este nuevo contexto, la importancia de “fortalecer en todo momento la participación de niños, niñas y adolescentes, en cuanto sujetos de derecho y principales beneficiarios de los procesos de intervención (…) se hace urgente pensar en múltiples estrategias de intervención que se hagan cargo de la diversidad familiar existente”.
Finalmente, en torno al modelo de coordinación parental y su rol de acompañamiento a la niñez, Ismael Pérez, Psicólogo y experto en mediación y coordinación parental, explicó que “este modelo es un instrumento técnico que se ha mostrado altamente valido para gestionar situaciones de difícil manejo, marcadas por la alta conflictividad en el entorno de las parejas”, sin embargo, subrayó que “hoy, más que adoptar un modelo de aplicación para la coordinación parental -que va bien en cualquier lugar del mundo-, es necesario conocer la realidad vivida, el contexto social, la tradición en derecho de familia e incluso el contexto antropológico del entorno, para la incorporación de operadores jurídicos, sociales y culturales de la realidad del contexto latinoamericano donde se va a aplicar”.